En el año 1544, la villa de Benavides pidió la autorización de la Corona para el establecimiento de un tributo que permitiese a la villa recaudar la cantidad de doscientos mil maravedís, para abordar obras necesarias, para las que carecía de fondos.
Tras la petición, se recibió una comunicación de los monarcas Don Carlos I y Doña Juana, su madre; expedida por el Alto Consejo de la Corona, en la que se pedía información sobre el estado de las infraestructuras y finanzas de la villa, como requisito previo para autorizar la imposición del tributo.
Para responder a esta demanda, el Consejo de Benavides elaboró un Memorial de 86 páginas, que custodia el archivo oficial de la Corona, y que permite conocer datos importantes de las infraestructuras de la zona y también del flujo de los peregrinos a Santiago de Compostela.
La principal preocupación de Benavides en aquel momento del siglo XVI era la presión del agua del Órbigo que estaba rompiendo unas defensas en Turcia y podía dirigirse hacia el casco urbano, amenazando especialmente al convento de los Franciscanos. Junto a ello preocupaba el estado de varios pontones, y sobre todo del puente existente entre Santa Marina del Rey y Benavides de Órbigo, que estaba siendo especialmente utilizado a causa de las fuertes riadas invernales que habían dejado inservibles otros puentes de la zona.
El memorial incluye una encuesta entre pobladores de Benavides de Órbigo y de los pueblos cercanos, así como el informe de cuatro oficiales “maestros de hacer puentes y estacadas y otras obras”, estimando la inversión necesaria para remediar las deficiencias detectadas. Acompañando a estos testimonios, se presenta un informe de los regidores y mayordomo y depositario, sobre la endeble situación de las arcas de la villa.
Desde el punto de vista santiagueño resulta muy importante el documento, porque todos los testigos certifican el flujo de peregrinos que a través de Santa Marina y Benavides avanzan hacia Santiago de Compostela, previsiblemente por la senda recomendada por Hermann Künig pocas décadas antes, para pasar los Montes de León sin subir montañas.
El libro presenta un extenso trabajo de Tomás Álvarez, explicando el contenido del contenido del documento, y la reproducción íntegra del memorial.
Incluye la publicación una introducción de María Esperanza Marco, alcaldesa de Benavides de Órbigo, y el epílogo corresponde a Francisco Javier Álvarez, alcalde de Santa Marina del Rey y presidente de la Asociación de Municipios del Camino de Künig.
Editorial Puente de Letras
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